El Mijares no se toca

Asociación El Mijares no se toca

La nueva asociación «El Mijares no se toca» persigue la conservación ambiental y el cuidado del Mijares, trabajar con el río y no contra él, mediante la defensa integral y sin hipotecas de su biodiversidad y ecosistemas, de su cauce natural, su bosque de ribera y sus zonas naturales de inundación, en convivencia con las montañas y las actividades humanas. Queremos afrontar todas y cada una de las agresiones que crónicamente hoy enferman y matan el Mijares, en toda su interdependencia y complejidad. Hasta hoy, ninguna asociación cívica en Olba ha defendido todo el caudal natural del río ni ha realizado campañas públicas de presión institucional en defensa de la integridad del río y en contra de los vertidos tóxicos que recibe.

Son muchos los daños sinérgicos que sufre el Mijares, como son el desvío de la mayor parte de su caudal natural mediante el canal de Iberdrola y la abrupta disminución de sus aguas a su paso por el valle de Olba; los vertidos de aguas residuales con depuración obsoleta o sin ella por parte de pueblos y barrios
que utilizan el caudal del río como desagüe; los vertidos ilegales de empresas que muy probablemente recibe el río y sus afluentes. Son muchas las evidencias del deterioro del Mijares, la triste realidad es que en la última década se ha dado un progresivo y visible deterioro de la biodiversidad acuática, prácticamente ha desaparecido la presencia de peces, anfibios y otras especies de invertebrados.

Queremos actuar combativamente y con contundencia ante la Confederación Hidroráfica del Júcar y ante todos los ámbitos institucionales, europeos, estatales y aragoneses, encargados de regular las condiciones del río y las actividades que en él inciden. Queremos acciones eficaces por parte de las instituciones públicas y privadas, en todos los ámbitos políticos y legales implicados (europeos, estatales, autonómicos, provinciales, comarcales, municipales). Buscamos una buena convivencia entre las prácticas y tratamientos agrícolas, las acequias y el río, sin técnicas invasivas de los hábitats fluviales para evitar daños muchas veces irreparables, con accesos dignos y más ecológicos para todos los barrios. También queremos impulsar cambios cívicos y culturales en nuestros hábitos cotidianos para preservar el río y su vivacidad.

Para todo ello necesitamos transparencia, difusión de información, sensibilización y educación ambiental, denuncias ante la opinión pública y los medios de comunicación junto a la acción de calle, directa y reivindicativa. Animamos a la Alcaldía y al Ayuntamiento de Olba a emprender todas las gestiones que hagan falta para conseguir la meta principal y común que nos guía: recuperar todo el caudal del río Mijares, frenar los vertidos contaminantes que padece y cuidar el Mijares mediante sistemas ecológicos de
depuración y buenas prácticas colectivas e individuales.

El canal de Iberdrola

En el valle de Olba existen tres claros tramos en la regulación de río, el primero es el canal que llega hasta Los Villanuevas, el segundo de unos 100 metros es donde el río conserva todo el caudal de sus aguas, y en el tercer tramo Iberdrola abre las compuertas en Los Pertegaces para desviar un gran volumen de aguas por el canal hasta llevarlas a las turbinas de la central eléctrica de Los Cantos en el límite geográfico con Castellón.

Por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar en el 2012 se renovó y entró en vigor la nueva concesión de 50 años a Iberdrola, que le otorga derechos de canalización de gran parte las aguas del Mijares en el valle de Olba. Aunque paradójicamente en Olba no se ha difundido esta información, se han desconcido las condiciones legales de dicha concesión y no se han hecho alegaciones en contra dentro de los plazos de su exposición pública. No ha existido un debate público, ni una sola alegación legal de los habitantes de Olba, ni por parte de la asociación Mijares Vivo ni por parte del Ayuntamiento de Olba. El oscurantismo ha sido extremo. Prácticamente nadie se ha enterado de algo que es tan trascendental para el río y para Olba, dado que se trata de la concesión privatizadora de nuestro bien común más valioso, que además no revierte en ventajas para Olba y sus habitantes, solo en daños y perjuicios. No han existido actos contenciosos, jurídicos o administrativos, en defensa de todo el caudal del río Mijares a su paso por el valle ni se ha reivindicado públicamente ante el Gobierno de Aragón y la Confederación Hidrográfica todo el caudal natural del río.

La iniciativa del Ayuntamiento de Olba

El 22 de agosto del 2016, el Ayuntamiento de Olba envío una carta a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y al Instituto Aragonés de Agua expresando la oposición del Ayuntamiento a que el agua del Mijares vuelva a circular por el canal para llevarla a las centrales eléctricas de Iberdrola, basándose en los graves impactos medioambientales, sociales, económicos y sanitarios que conlleva desde hace años la drástica disminución en un 70-80% del caudal natural del río. En dicha carta se reconocen las muy
diversas agresiones que padece el río a su paso por el valle, que se incrementan a consecuencia de la canalización de Iberdrola por multiplicar la toxicidad de los vertidos de aguas residuales sin depuración o con depuración ineficaz, debido a la pérdida de las capacidades de dilución del río.

Apoyamos con fuerza esta iniciativa del Alcalde de Olba en favor de que Iberdrola no vuelva a canalizar gran parte de las aguas naturales del río.

Sabemos que los beneficios para Olba y el río de dicha canalización son nulos pero en cambio los costes son bien altos y de todo tipo, que hipotecan el mismo futuro de Olba y su gente. La supuesta ganancia en producción eléctrica mediante las viejas centrales de Iberdrola, en realidad no es tal. Por ejemplo, la cantidad de energía producida actualmente en la central eléctrica de Los Villanueva es minúscula (600 KW/h) si se compara con las capacidades de generación eléctrica de un solo molino eólico de los muchos existentes en la zona, mientras que en cambio los costes medioambientales, y por ello también sociales y económicos, son muy superiores y se disparan sin
control para el valle de Olba al reducir drásticamente el caudal natural del río y alimentar con ello la espiral de degradación ecológica.

Las diferencias con la asociación “Mijares vivo”

«El Mijares no se toca» no nace contra nadie sino en defensa del Mijares. Llevamos dos veranos disfrutando de casi todo el caudal de sus aguas y sabemos que la inmensa mayoría de gente de Olba querría que esto continuara. Nos hacemos portavoces de este sentir general de Olba, de sus barrios y entorno, de los residentes, los veraneantes y visitantes, para sumar fuerzas y movilizar bajo estas metas a personas y grupos de todo tipo.

Aunque queremos confluir lo máximo posible con Mijares Vivo en acciones y reivindicaciones concretas, los fines que mueven esta nueva asociación son en parte bien distintos a los de Mijares Vivo en su historia.

Pretendemos ser más combativos y actuar en contra de todas las agresiones que padece el río. No queremos centrarnos solamente en aspectos parciales, como son la conservación ambiental o el estudio del estado del río en peces y algunos invertebrados acuáticos. Queremos hacer un seguimiento escrupuloso sobre la reciente concesión a Iberdrola de 50 años de derechos de explotación por parte de la CHJ para conseguir que el río no pierda su caudal natural completo a su paso por el valle. Nuestro punto de partida es distante de los planteamientos del Mijares Vivo por oponernos a la canalización de la
mayoría de sus aguas para que el río pueda recuperar su salud y biodiversidad. ¡Ni sumisos ni callados! ante los atropellos de una gran empresa eléctrica que goza de grandes beneficios económicos y privilegios en concesiones públicas heredadas del franquismo, que a día de hoy serían ilegales e inadmisibles bajo las exigencias europeas de legislación ambiental y la Directiva de Aguas.

Apostamos por la producción de energía limpia renovable, descentralizada y gestionada por comunidades locales, y no por el monopolio de grandes empresas eléctricas privadas en el contexto actual de existencia una sobrecapacidad de producción eléctrica en España en relación a la demanda y el consumo real de electricidad.

Estamos en radical desacuerdo con exigir el “caudal ecológico” por parte de Iberdrola y mantener con ello el desvío de la mayoría de las aguas del río para turbinarlas en las centrales eléctricas de Los Villanueva y Los Cantos. No queremos que se cumpla el mal llamado “cauce ecológico” que en realidad
solo es la arbitraria, muy escasa y rídicula cantidad de agua que no pasa por las turbinas de las centrales hidroeléctricas propiedad de Iberdrola (unos 450 litros /seg de los aproximadamente 2.300 litros/seg o 2,3 Hm 3 /seg, que constituye el volumen natural aproximado del río). La razón de ello es bien clara: convierte al río en una cloaca por anular sus limitadas capacidades bioproductivas y de digestión ante los muchos vertidos contaminantes de origen humano que recibe. El “caudal ecológico” es un eufemismo genérico y
abstracto que engaña y disimula lo que en realidad en este caso es una brutal apropiación y reducción del caudal natural de agua que lo aboca a su degeneración ecológica sistémica. Este concepto técnico, en todo
caso solo ha de emplearse en situaciones extremas indeseables, ante coyunturas de emergencia por episodios y accidentes puntuales catastróficos.

El sabio “principio de precaución” aconseja que no esperemos para actuar cuando los daños son muchos y duraderos. Tenemos que aplicar este principio ante problemáticas socioambientales como las que afectan al caso del Mijares: de muy alto daño y riesgo socioecológico y de muy alta incertidumbre sobre las causas, el estado y la evolución futura de dichos problemas. No podemos esperar a obtener todos los datos y un diagnóstico preciso y completo (siempre inalcanzable cuando se trata de sistemas complejos) mediante el estudio de las causas de la decadencia de la biodiversidad acuática del río. Al tiempo que se busca información sobre las causas sinérgicas que actúan en enfermar el río y sus ecosistemas, hemos de actuar ya y con urgencia, sin justificar aplazamientos, debido a que muchos de los males en juego son
muy dañinos e irreversibles.

Son importantes los estudios profesionales sobre el estado del río y sus ecosistemas, pero no han de ser sectoriales y distorsionantes, ni han de servir de excusa para paralizar o retrasar la acción política y social en defensa del río. Necesitamos datos desde áreas de conocimiento especializadas y multidisciplinares, sin conflicto de interés, que tomen en cuenta todos los aspectos implicados, como son los geológicos, hidrológicos, sedimentarios, químicos, biológicos, ecológicos y sociales, huyendo de paradigmas reduccionistas que solo se centren en aspectos parciales, como por ejemplo es la cantidad de peces o la presencia de algunas especies acuáticas.

Nuestra existencia está inmersa en la naturaleza, en sus muchas expresiones nos ha hecho, es nuestra historia, nuestras emociones, nuestra moral y nuestros amores, y todo forma parte de ella. Los cambios climáticos y medioambientales que hemos provocado son brutales, y difícilmente la Tierra nos perdonará si permanecemos impasibles ignorando los peligros que corremos.

Queremos que el Mijares y sus maravillosos ecosistemas duren.

Promotora de “El Mijares no se toca”

Una respuesta a “El Mijares no se toca

  1. Estupendo artículo del MIJARES NO SE TOCA. Muy clarificador sobre las muy diversas amenazas que pesan sobre el Mijares y el valle de Olba. Enhorabuena por esta iniciativa de acción colectiva que es crear una nueva asociación para sumar fuerzas en defensa del Mijares y sus ecosistemas. Mucha fuerza !!!

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